Que alguien nos rescate

¡Muy buenos días! Esta semana os traigo un nuevo artículo sobre nuestros amados bancos. ¿No os da la sensación de que cuando entráis a una sucursal es como si entrarais a un mundo paralelo? Mientras mi escritorio vuelve a llenarse con apuntes y millones de bolis, subrayadores y una garrafa de agua (vale, y alguna cosa para picar) después de las vacaciones, aquí os lo dejo. Siento si he decepcionado a alguien por no hablar de algún detalle absurdo de mi vida, como el hecho de que tengo a un gremlin en mi estómago que me pide comida (al que yo le llamo Mordisquitos) y que mi perro ya me ha dado los buenos días mordiéndome los calcetines mientras escribo estas breves líneas. 

Aquí os dejo un pequeño fragmento para ir abriendo boca y que hagáis click en el link con un poquito más de ganas. ¡Espero que os guste el artículo!

"Entre las montañas de papel que vaticinaban un claro principio de Síndrome de Diógenes encontré un aterrador post-it que me miraba fijamente. Él me dió una noticia horrible. Yo no quise creerle, pero era cierto: Tenía que ir al banco. [...] Preparé la mochila con la cantimplora, un par de bocadillos y la tienda de campaña. ¡Ah! Y el paragüas y el aftersun, porque claro, uno sabe cuando entra en un banco, pero no cuando saldrá." || Vía 'Alicante Press'

No se queden callados

¡Muy buenos días lectores! Aquí me tenéis otra semana más después de unos días de (des)canso absoluto en Barcelona. Aunque si bien es cierto que después de esto voy a necesitar un margen de tiempo para volver a la realidad, debo decir que estos días han sido inmejorables. 

Como buena guiri que soy, he pateado Barcelona hasta límites insospechados. Incluso he subido al autobús turístico ese descapotable. Sí, ese que parece una lata de sardinas donde guiris en pantalón corto y chanclas con calcetines se agolpan con sus cámaras de fotos (que son más grandes que mi cabeza). Debo reconocer que al principio me daba un poco de vergüenza e incluso pensé en poner almenos algo de acento 'británicou' para mezclarme entre las miles de gambillas colorás que había en aquel autobús, pero después descubrí que era mucho más gracioso saber que dijeras lo que dijeras nadie iba a entenderte. 

Desgraciadamente, todo ya se acabó y hay que volver a poner un pie en la montaña de 'cosasquehacer' que me esperan en Alicante. No imagináis las ganas que tengo de volver, y no sólo por conocer más cosas de Barcelona, si no por conocer más a aquellos que han aparecido en mi vida de casualidad, y que espero que no tengan ninguna intención de irse. 

En cuanto al artículo que os traigo esta semana, os diré que éste ataca bastante más que los que ya he escrito. La cosa está en que me vino la inspiración gracias a una exposición que visité en el Palacio de la Virreina en Barcelona. Una exposición GRATUITA sobre un artista que retrató la vida de 4 parados. En ella, cada uno de los protagonistas tenía que dar un objeto personal y explicar en un video su historia, y lo que representaba para ellos la obra de arte que había creado el artista para ellos. Es increíble lo que pueden transmitir unas fotografías. Destacar sobretodo una pared de pizarra donde podías aportar tu granito de arena. Yo no pude evitar escribir algo. De hecho, fueron aquellas palabras lo que me inspiró para escribir el artículo de esta semana.

(Haced click en la imagen para acceder al artículo)

 "Les ganamos en número"

"No te calles nunca, o ganarán ellos"

¿Qué entienden los jóvenes de "política"?

Hola de nuevo, aquí me tenéis otra vez escribiendo, mucho más que de costumbre, con mis nuevas gafas de hipster. Parece que con ellas me salen las cosas más profundas, mientras se me carga la Réflex con el adaptador para mi MacAir y bebo en mi taza de café con un bigote dibujado. Vamos, eso en mi caso, quiere decir, que lo que se me está cargando es el móvil que se me resetea continuamente, con el cargador que le he robado a una amiga y que lo que estoy bebiendo es un zumo de brick. Y os preguntaréis, ¿y el bigote? Bien, el bigote ya lo llevo yo de serie.

Bueno, a lo que iba, que me voy por los cerros de Úbeda, que aquí os traigo mi segundo artículo publicado en 'Alicante Press'. Como norma general dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero más os vale dejaros los tópicos a un lado con mi nuevo artículo u os ataco con mi pitbull de 20 centímetros de largo y 800 gramos. De hecho, aún sigo planteándome una frase que me dijo una amiga nada más verlo: "¿pero cómo una cosa tan pequeña puede vivir?" Pues exactamente no lo sé, pero nunca imaginé que iba a tener la habitación más desordenada de lo que ya la tenía. 

Doy por hecho que esto ha llegado a tal punto que podemos calificar a mi cuarto de "campo de minas". Si no es un zapato es un juguete, y si no, algún fluido amarillento muy agradable. Aunque peor es cuando te encuentras algo un poco más consistente que te ambienta la habitación entera. Que no doy a basto con los palitos de incienso. Parezco un obispo con el botafumeiro y mi habitación la Catedral de Santiago de Compostela en plena Semana Santa.

Y bien, después de la segunda ida de tema, os explico brevemente mi nuevo artículo. En él trato acerca de la política en general desde el punto de vista de los jóvenes. ¿Cuánto creéis que sabemos sobre este tema? Porque existe el topicazo de que sólo sabemos salir de fiesta, colgar fotos en Facebook y copiarnos en los exámenes. ¿Alguien da más?

Tanto si sois jóvenes o ya sólo de espíritu (sin ofender, que ya sabéis que yo no discrimino) creo que deberíais leerlo, ya no porque sea mío (que chico, ya que te has dedicado a leer esto, pincha en el link, si no cuesta tanto) si no porque puede que nos entendáis un poco mejor en ciertos aspectos.

Bueno, no os aburro más con mis delirios y os dejo el link (sólo hay que hacer click encima de la foto). ¡Espero que os guste!

PD: Quería hacer una mención especial a las diferentes fotos que tengo en cada uno de mis artículos. No quisiera exagerar al decir que soy una versión bajita y española de Jekyll y Mr. Hyde. Lo que hace la ropa y el maquillaje (y el peinarse, básicamente).

El circo de la universidad y las becas

¡Muy buenas tardes lectores!

Hoy me he levantado inusualmente antes de que me sonaran las mil alarmas que tengo programadas en el móvil, y anoche, terminé de ver una de las series que sigo (no diré nombres hasta que alguien venga aquí con un fajo de billetes enrrollados en una goma para que haga publicidad), con sus respectivos veintitantos capítulos. Algo dentro de mi estómago no me dejaba descansar (todo puede ser que fueran gases, pero nunca lo sabremos).

Y la verdad es, que todo este lío viene a que, hace unos días, me propusieron formar parte de un nuevo periódico online 'Alicante Press', y todo porque alguien dedicó parte de su tiempo a leer la ristra de ironías sin sentido que escribo por aquí. Evidentemente, me faltó tiempo para traspasar la pantalla del ordenador, darle dos besazos a quien contactó conmigo y decirle que "¡SÍ!" en todos los idiomas que mi cerebro conoce.

A partir de ese momento y en los consiguientes 2 días, los juzgados de Alicante empezaron a recibir una sorprendente cantidad de demandas hacia mi persona, casualmente todas  pertenecientes a los miembros de mi familia. "¿Y sobre qué escribo? ¿Y si no sé sacarle chicha? ¿Y si no me toman enserio?" Sólo consiguieron que me callara cuando el Señor (o Buda, o Bob Esponja, sabéis que no me gusta discriminar) me mandó una señal. Básicamente, la sopera acabó magistralmente encima de mi cabeza. Para que digan luego todos los beatos que las señales que manda "Eldeallíarriba" son casi imperceptibles y subjetivas.

Pues bien, después de estrujarme el cerebro cual estropajo usado después de fregar, éste es el resultado, mi primer artículo como columnista de  'Alicante Press'. Aquí os dejo un enlace, ¡espero que os guste!

http://alicantepress.com/2014/03/31/el-circo-ha-llegado-la-universidad/

(Emborrono el artículo para que el amado señor de Google no me penalice, que como ya he dicho, bastantes demandas tengo ya de mi familia por pesada en estos últimos días)

La gente ya no habla en los autobuses

      Es cierto que llevo desde agosto sin escribir aquí, pero también es cierto que mi vida ha dado un vuelco imprevisto en el esquema que yo tenía para el final del 2013. Parece que todo ahora son cambios, que ya nada es lo que era y que toca adaptarse (aunque no siempre sea fácil). Pero también es cierto, que después de la tormenta saldrá el sol (y si hay sol de por medio, algún que otro caracolillo, pero ese no es el tema).

Y bien, la verdad que no sabía realmente como reanudar de nuevo todo esto, pero casualmente hoy, creo que tengo el mejor motivo de todos: 

Porque si ya bastante bronca me ha echado por contarle a todo el mundo que hoy era su cumpleaños, no quiero pensar la que me va a caer cuando se entere que también lo he puesto aquí. Pero no es para menos, ya que cuando se trata de tu abuela, no sabes realmente quién va primero, si ella o tu propia madre.

Quien tiene el gusto de conocerla sabe que es una mujer cabezótamente única, que se queja y se quejará siempre de todas las injusticias que vea por la calle. Y que, aunque no tenga pan, ya hará ella por conseguir que esa persona que está allí sentada consiga una barra de pan para poder comer. Porque ella es así. Ella es luchadora, amable, fuerte, genial y como no, peculiar como ella sola. Con deciros que Machín se la quiso llevar con él, y no os miento, Antonio Machín adoraba a mi abuela y a toda su familia. Pero, ¿quién no la adora, no?

Ella es la que lleva toda la vida diciéndome que no engorde, que se lo mandó a ella mi médico cuando era un bebé. Porque es la que me decía esa frase que se me ha quedado innata en la memoria "ven que te coja". Esta frase podría no tener realmente mucho que contar, pero lleva una gran historia detrás. Cada vez que me caía, ella, desde una distancia prudencialmente alejada, me decía esa frase para que yo, con ese horrible y enorme aparato que llevaba en las piernas, me levantara como fuera y anduviera hacia ella. Gracias a ella yo sigo levantándome cada día.

Ah! Y ya puedes echar a correr para que no te pille como hayas hecho algo que no le parezca bien. Pero entonces tú, como ya conoces a "la señora Mercedes", agachas la cabeza y asientes sin rechistar. Porque ella es así, todos la conocen, todos la quieren y todos preguntan por ella cuando no va dando guerra por ahí.

Porque ella disfruta de la vida, y lo intenta incluso cuando su cuerpo le dice que pare un poco, aunque ella nunca lo haga. Ella simplemente vive, y vive de verdad, y no como seguramente todos los que estamos leyendo esto, pues el 90% lleva más del tiempo necesario aquí metido, (en el que me incluyo, para que engañarnos).


Es este porcentaje el que no ve que su hermano pequeño está preocupado porque mañana tiene un examen, o que su perro le ha cogido todos los calcetines del cubo de lavar porque lleva todo el día sin verle y sólo quiere jugar. Esas son las cosas que ella me hace replantearme día a día. Porque como ella dice:

"la gente ya no habla en los autobuses."