You turned your back on tomorrow, cause you forgot yesterday.

lunes, 3 de octubre de 2011

Felicidades

3 de Octubre de 1968. Han pasado 43 años desde entonces. Momentos inolvidables y otros que mejor no recordar, pero c’est la vie como dirían los franceses.
Y aun así, después de todo, ella sigue con las mismas ideas fijas en la cabeza, que dudo que alguien consiga modificar por mucho tiempo y esfuerzo que le dedique. Ella es cabezota y gruñona, o como dice ella, una mujer de principios, aunque todo esto creo que eso viene incluido en el paquete de ser madre, el tener que aguantarme tampoco es tarea sencilla, debo reconocerlo.
Pero no voy a dejar de escribir después de haberla dejado de cascarrabias, ya que posiblemente lea esta entrada y le deba servidumbre eterna.

Es mi madre, que queréis que diga de ella. Es de esas personas que es difícil coincidir con ellas, y yo he tenido la suerte de tenerla para mí durante toda la vida. Como ya he mencionado antes, tiene unas ideas muy claras. Es una mujer que no necesita depender de nadie, es luchadora desde el principio hasta el final, paciente y tal vez demasiado buena. Ella no es caprichosa, no necesita de grandes fiestas ni grandes obsequios, sino pequeñas cosas, dicen que realmente la felicidad se encuentra en esos pequeños detalles. Ir al cine, al teatro, desfilar en la ofrenda, una comida familiar (sin altercados) y que le compre maquillaje cuando me dedico a gastárselo.
Se que no ha sido fácil el camino, pero mírame, con mis más y con mis menos, pero aquí estoy, lo has conseguido. Te quiero mamá.

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