¡Muy buenos días! Es viernes y en Alicante, como no, ¡hace un solazo! Espero que todos estéis disfrutando de vuestros (póngase la voz de Iñaki Gabilondo)...¡APUNTES! Porque si no tienes la mesa del escritorio llena de apuntes que no habías visto nunca, el ordenador que echa humo y tu mano aprendiendo a escribir después de haberlo olvidado tras los exámenes de enero, es que seguramente vas jodido a los exámenes.
Después de este pequeño comienzo cual locutor de radio os confirmo que yo por lo menos voy de cabeza, literalmente, casi tan literalmente como que si no mirara por donde piso, a la velocidad que voy me dejaría la dentadura post-aparato como nueva decoración de la universidad. Sí, exactamente de la universidad, porque solo me falta la cama para tener que cambiar la dirección en los papeles de empadronamiento.
¿Y vosotros que tal lo lleváis? ¿Tenéis ya moreno de flexo? Yo estoy en ello, el color verde oliva ya se empieza a extender por todo mi cuerpo.
¡Ah! Y por cierto, ¿qué tal pasasteis el Día de la Madre? (soy tan educada que os pregunto incluso con casi una semana de retraso). Yo lo pasé comiendo con mi escandalosa familia en un escandaloso bar con una escandalosa cantidad de comida (por la que sigo teniendo ardor).
Bien, pues con motivo de ese día, escribí mi artículo de esta semana en Alicante Press. Y como no, os dejo un fragmento para ver si os convenzo y le dais al link del artículo. ¡Pasad un buen fin de semana!
Bien, pues con motivo de ese día, escribí mi artículo de esta semana en Alicante Press. Y como no, os dejo un fragmento para ver si os convenzo y le dais al link del artículo. ¡Pasad un buen fin de semana!
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